
MADE IN CHINA.
Quería hacer una introducción sobre China el país, su cultura y situación actual, soy un gran admirador. Disfruto de su cultura milenaria, costumbres, gastronomía y sobre todo de las relaciones personales, me dan la oportunidad de aprender cada día. Hacer negocios con ellos es uno de los mayores retos con los que me encontrado y por eso llevo más de 10 años trabajando con China, me permiten disfrutar de mi trabajo y sacar lo mejor de mi, yo también trato de sacar lo mejor de ellos.
Alguien más sabio que yo me dijo “Si quieres refrendar algo, cita a un clásico” En este caso no es un clásico como tal, pero conoce de primera mano y en profundidad la cultura china. El año pasado cayó en mis manos su libro Made in china de Manel Ollé, me encanta su introducción y quiero compartirla con vosotros no tiene desperdicio. Espero que disfrutéis tanto como yo.
Con una extensión de nueve millones y medio de kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie Europea desde la costa atlántica hasta los montes Urales y con una población que supera a principios del siglo XXI los mil trescientos millones de habitantes, es decir, la quinta parte de la humanidad, China recorta en el horizonte como un desafió irreducible, fascinante y de descomunales proporciones.
Sumemos a estas magnitudes –y a la abigarrada diversidad de formas de vida, paisajes y acentos cifrada en ella- lo diferentes que son nuestros respectivos mobiliarios mentales. Y sumémosle todavía los más de cuatro mil años de continuidad y de transformación histórica y cultural que desemboca en un presente marcado por la inédita convivencia de un régimen político comunista con un sistema económico capitalista. La complejidad, la paradoja y la incertidumbre están servidas. ¿Quiere todo ello decir que es imposible por definición llegar a entender lo que pasa en China? ¿Hay manera cabal de hacerse una idea de las líneas de fuerza que concurren en su devenir histórico? ¿Hay quien se atreve a hacer diagnóstico alguno sobre su futura evolución? […]
La China contemporánea encarna el relato de la nación que se crece y enriquece a pasos agigantados gracias a su propio esfuerzo, pero como todo relato veraz sólo cobra solidez y credibilidad cuando se contemplan a contraluz las muchas subtramas que vienen a matizar e incluso a contradecir el gran relato. No sólo nos llegan de China índices de crecimiento económico acelerado y recalentado, síndromes respiratorios, ordenadores clónicos, gadgets ultramodernos, bolsos y zapatos baratos y cachivaches de bazar. Sería una auténtica lástima que la proyección internacional de la China los rascacielos y del Made in China no se convirtiese para el resto del mundo en puerta de acceso a una de las civilizaciones más sofisticadas y complejas que haya llegado nunca a alzar la humanidad. […] pero es necesario recordar la magnitud de la aportación cultural que China puede ofrecer si somos capaces de dialogar con ella. Sólo hay que pensar en la capacidad de universalización que, desde la década de 1970 han mostrado la medicina china y las prácticas corporales chinas de salud (taijiquan, qigong,masaje tuina…), con los importantes beneficios que de ellos se deriva.
China se convertirá sin duda en un protagonista destacado del siglo XXI. En el plano económico y geoestratégico no tardará muchas décadas en asumir un papel de primer orden. Ya hay quien interpreta los movimientos militares norteamericanos de la última década (Afganistán, Irak…) como un intento de tomar posiciones en el flanco centroasiático para controlar los flujos energéticos y poder así a medio plazo regular la dinámica económica de China desde posiciones de fuerza.
Manel Ollé Made in China.
Quería hacer una introducción sobre China el país, su cultura y situación actual, soy un gran admirador. Disfruto de su cultura milenaria, costumbres, gastronomía y sobre todo de las relaciones personales, me dan la oportunidad de aprender cada día. Hacer negocios con ellos es uno de los mayores retos con los que me encontrado y por eso llevo más de 10 años trabajando con China, me permiten disfrutar de mi trabajo y sacar lo mejor de mi, yo también trato de sacar lo mejor de ellos.
Alguien más sabio que yo me dijo “Si quieres refrendar algo, cita a un clásico” En este caso no es un clásico como tal, pero conoce de primera mano y en profundidad la cultura china. El año pasado cayó en mis manos su libro Made in china de Manel Ollé, me encanta su introducción y quiero compartirla con vosotros no tiene desperdicio. Espero que disfrutéis tanto como yo.
Con una extensión de nueve millones y medio de kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie Europea desde la costa atlántica hasta los montes Urales y con una población que supera a principios del siglo XXI los mil trescientos millones de habitantes, es decir, la quinta parte de la humanidad, China recorta en el horizonte como un desafió irreducible, fascinante y de descomunales proporciones.
Sumemos a estas magnitudes –y a la abigarrada diversidad de formas de vida, paisajes y acentos cifrada en ella- lo diferentes que son nuestros respectivos mobiliarios mentales. Y sumémosle todavía los más de cuatro mil años de continuidad y de transformación histórica y cultural que desemboca en un presente marcado por la inédita convivencia de un régimen político comunista con un sistema económico capitalista. La complejidad, la paradoja y la incertidumbre están servidas. ¿Quiere todo ello decir que es imposible por definición llegar a entender lo que pasa en China? ¿Hay manera cabal de hacerse una idea de las líneas de fuerza que concurren en su devenir histórico? ¿Hay quien se atreve a hacer diagnóstico alguno sobre su futura evolución? […]
La China contemporánea encarna el relato de la nación que se crece y enriquece a pasos agigantados gracias a su propio esfuerzo, pero como todo relato veraz sólo cobra solidez y credibilidad cuando se contemplan a contraluz las muchas subtramas que vienen a matizar e incluso a contradecir el gran relato. No sólo nos llegan de China índices de crecimiento económico acelerado y recalentado, síndromes respiratorios, ordenadores clónicos, gadgets ultramodernos, bolsos y zapatos baratos y cachivaches de bazar. Sería una auténtica lástima que la proyección internacional de la China los rascacielos y del Made in China no se convirtiese para el resto del mundo en puerta de acceso a una de las civilizaciones más sofisticadas y complejas que haya llegado nunca a alzar la humanidad. […] pero es necesario recordar la magnitud de la aportación cultural que China puede ofrecer si somos capaces de dialogar con ella. Sólo hay que pensar en la capacidad de universalización que, desde la década de 1970 han mostrado la medicina china y las prácticas corporales chinas de salud (taijiquan, qigong,masaje tuina…), con los importantes beneficios que de ellos se deriva.
China se convertirá sin duda en un protagonista destacado del siglo XXI. En el plano económico y geoestratégico no tardará muchas décadas en asumir un papel de primer orden. Ya hay quien interpreta los movimientos militares norteamericanos de la última década (Afganistán, Irak…) como un intento de tomar posiciones en el flanco centroasiático para controlar los flujos energéticos y poder así a medio plazo regular la dinámica económica de China desde posiciones de fuerza.
Manel Ollé Made in China.
2 comentarios:
Lo de China, salvo sus filosofías, ya sabes que me aburre un poquito más, pero mola, mola mogollón. Poti, coge el acelerador y ya no pares, que mola un montón tu blog y flipo con las citas que metes. Me encanta!
Me ha encantado el texto, a mi me fascina China, siempre me ha parecido exactamente: una cultura extremadamente compleja por su diversidad, por sus descomunales proporciones en todo, paradójica por sus contradicciones, misteriosa y magnética por su milenaria sabiduría y creo que es un auténtico RETO hacer negocios con un país así que nos lleva tantos siglos de ventaja en todo, está claro que eres un valiente. Felicidades.
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